Alan Turing, homosexualidad y la manzana de Apple.


Esta trágica historia me recuerda a los finales tristes de Hypatia, Sócrates, Aristóteles, Arquímedes… en fin, genios que a pesar de su indiscutible aportación a la humanidad, fueron victimas de la ignorancia de esta.
Alan Turing no sólo fue el primer paso a la invención de la computadora, sino que su labor fue decisiva en la segunda guerra mundial, al descifrar los mensajes codificados de los Nazis y con ello realizar acciones que llevaron a la victoria de los aliados.
Aún así, los británicos en lugar de concederle el nóbel, lo acusaron de homosexualidad condenándolo a prisión o un tratamiento hormonal que le provocó diversas enfermedades graves.
Finalmente, tras su suicidio quedó una manzana mordida llena de cianuro, que se dice fue la marca elegida por Apple para sus conocidas máquinas. Un homenaje a título póstumo.

1 comentario:

Salviati dijo...

La maldición de ser un genio. Turing hizo mucho por todos nosotros, le debemos el pistoletazo de salida hacia la digitalización que vivimos hoy en día. Sin duda mereció vivir en una sociedad más preparada para apreciarle personal y científicamente.