El azar. ¿Juega Dios a los dados?

El azar, en ocasiones origina la casualidad. Un fenómeno curioso íntimamente relacionado con la arquitectura del universo... (sigue leyendo)

1 comentario:

Ignacio Bernabeu dijo...

El azar, en ocasiones origina la casualidad. Es un fenómeno curioso que va desde el juego, hasta las coincidencias de la vida cotidiana. Podría ser que este fenómeno estuviese íntimamente relacionado con la arquitectura del universo. Por ejemplo, ¿es caótica la estructura de la vida? ¿Nos rodea la anarquía y el caos, o por el contrario está exquisítamente planificado? Vienen a mi mente los fractales, preciosas repeticiones geométricas que se repiten desde las pequeñas células hasta los lugares más curiosos de la naturaleza, sugiriéndonos que todo lo que ocurre está perfectamente programado.

En ocasiones, nos vemos tentados a ver las cosas como si una inteligencia externa (¿creador?) hubiese programado el universo, y este, guardase una similitud tremenda con un programa informático, que funciona con patrones (repeticiones). Esas repeticiones, dejan de ser aleatorias cuando comenzamos a detectar series. Y en otro orden de lógica, esas repeticiones o “coincidencias”, dejarían de ser coincidencias o casualidades ya que formarían parte de un marco programado y perfectamente definido.

Deja-vus, universos paralelos, dimensiones invisibles… el estilo conceptual de la película Mátrix se va pareciendo cada vez más a las últimas teorías científicas. Teorías complejas y casi rebuscadas, pero que se hacen necesarias para explicar los descubrimientos y las observaciones de los científicos.
Cuando decimos coloquialmente: “se ha cumplido un sueño”, estamos provocando una interacción de dos mundos distintos. El de la mente, (idea consciente), y el de la realidad (física experimental). ¿Existe en realidad esta sincronía, este encuentro entre dos mundos tan distintos?
Podríamos pensar que la causa de estas sincronicidades, está sujeta a los caprichos del azar... pero ¿y si no fuera así? Albert Einstein no creía en el azar y afirmaba que Dios no jugaba a los dados. Según él, todo está demasiado bien orquestado, como para que el caos actúe sobre el universo. Entonces ¿significaría esto que esa persona que apareció en tu vida en un momento dado, lo hizo porque tenía que ocurrir?.¿De algún modo estaba escrito?

El célebre matemático y autor de Alicia en el País de las Maravillas, abordaba estos temas con una habilidad pasmosa. Un botón de muestra es cuando Alicia y la Reina se disponen a desayunar:
–Es una mermelada muy buena –dijo la Reina.
–Bueno, de todos modos hoy no me apetece.
–Hoy no la tendrías aunque quisieras –dijo la Reina–. La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana... pero no hoy.
–Pero de vez en cuando debe haber «mermelada hoy» –objetó Alicia.
–No; no puede ser –dijo la Reina–. La mermelada toca al otro día; como comprenderás, hoy es siempre éste.

Según la teoría de la Navaja de Ocam, cuando hay varias explicaciones para un mismo efecto, hay que quedarse siempre con el más simple. Pero todos conocemos casos en los que la reducción de las cosas que nos ocurren a su explicación más sencilla, no es siempre lo más realista. Aunque quizá sí la más práctica. ¿Juega Dios a los dados? Todavía no podemos contestar a esto…